Influenza frena a los Leones y Bayamón huele a campeonato

La final del Baloncesto Superior Nacional (BSN) cambió de repente la noche del domingo, cuando los Vaqueros de Bayamón vencieron 88-79 a los Leones de Ponce en el Auditorio Juan “Pachín” Vicens, colocándose a solo una victoria de conquistar su campeonato número 17. Sin embargo, más allá del marcador, la noticia que ha acaparado la atención en la ciudad y en redes sociales es el brote de influenza que afecta al equipo ponceño en pleno tramo decisivo de la serie.

El cuarto juego de la serie fue una demostración del dominio vaquero y de las dificultades que atraviesa Ponce. Javale McGee, con una actuación sólida, terminó con 21 puntos, 5 rebotes y 3 bloqueos, siendo una pieza clave en ambos lados de la cancha. A su lado, Danilo Gallinari sumó también 21 puntos, aportando triples importantes que silenciaron a la fanaticada local en momentos críticos del encuentro.

Por los Leones, Michael Devoe cargó con gran parte de la ofensiva, finalizando con 29 puntos. Sin embargo, la ausencia de su capitán, Jezreel “Macho” De Jesús, quien se encuentra fuera por influenza, pesó notablemente. De Jesús es reconocido no solo por su capacidad anotadora, sino por su liderazgo en la cancha, y su baja obligó al dirigente Carlos Rivera a realizar ajustes de emergencia en la rotación.

Tras el partido, Rivera confirmó que el equipo enfrenta una situación de salud delicada: al menos cinco jugadores han presentado síntomas de influenza, entre ellos figuras clave como Jordan Murphy, Brady Manek, Carlos “Yao” López y Jonathan Han. “Estamos en una final, pero la prioridad en este momento es la salud de nuestros muchachos. Vamos a hacer todo lo posible para que se recuperen y puedan competir, pero no vamos a poner en riesgo su bienestar”, declaró.

La situación trascendió rápidamente a la esfera pública cuando la alcaldesa de Ponce, Marlese Sifre, publicó un mensaje en su página de Facebook solicitando a las autoridades deportivas evaluar seriamente el estado de salud del equipo antes de continuar con la final. “Si el equipo no está en condiciones para jugar, no debemos jugar. La salud de nuestros jugadores siempre debe ser prioridad”, afirmó la mandataria municipal.

El llamado de Sifre ha generado un intenso debate entre los seguidores del BSN y la comunidad deportiva. Algunos defienden que el campeonato debe continuar según el calendario, recordando que los compromisos televisivos y de taquilla son parte fundamental de la liga. Otros, en cambio, recalcan que un brote de influenza en medio de una serie final no solo pone en riesgo la salud de los jugadores afectados, sino también de los rivales, entrenadores, personal técnico y fanáticos que acuden a los partidos.

Por ahora, el quinto juego sigue pautado para este lunes en el Coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón, donde los Vaqueros tendrán la oportunidad de cerrar la serie y celebrar frente a su fanaticada. Sin embargo, la confirmación oficial de la Liga aún está pendiente.

En caso de que se mantenga la programación original, los Leones enfrentarán la difícil tarea de forzar un sexto juego con una plantilla mermada. Con la serie 3-1 en contra, la presión es máxima, y el reto no solo será estratégico y físico, sino también emocional.

Mientras tanto, en las redes sociales abundan mensajes de apoyo hacia los jugadores de Ponce, junto con llamados a la empatía y a priorizar la salud por encima del espectáculo deportivo. Algunos fanáticos han propuesto reprogramar el encuentro unos días para permitir la recuperación del equipo, aunque esa decisión implicaría ajustes logísticos y de calendario que la Liga tendría que evaluar.

El desenlace de esta situación podría marcar un precedente en la manera en que el BSN maneja crisis sanitarias en medio de la postemporada. Lo que es seguro es que, gane quien gane, la final de 2025 será recordada no solo por la batalla deportiva entre Vaqueros y Leones, sino también por el inesperado obstáculo que representó un virus en el momento más crucial del torneo.