“No es hora de reunirse, es hora de recoger”: exigen acción ya ante crisis de perros realengos en Ponce
- El Vigia

- May 25
- 2 min read
El problema de los perros realengos en las calles de Ponce ha escalado a una crisis de salud pública y seguridad ciudadana, generando creciente frustración entre residentes y líderes comunitarios. Aunque la administración municipal ha sostenido múltiples reuniones para abordar la situación, diversos sectores denuncian una preocupante falta de ejecución y acciones concretas.

Durante el más reciente panel del programa Radio Vigía, jóvenes líderes de diferentes tendencias políticas coincidieron en que el problema ha superado los límites del debate. “Ya no es hora de seguir reuniéndose, es hora de recoger”, sentenció el analista John Paul Rollocks (PNP), quien denunció que la presencia de jaurías en el casco urbano pone en riesgo la seguridad de peatones, mascotas y turistas.
Los panelistas criticaron el contraste entre los esfuerzos por embellecer la ciudad con pintura y ornato, y la ausencia de soluciones tangibles ante un problema que afecta a toda la ciudadanía. “Queremos pintar un mundo bonito para recibir turistas, pero ¿y los que vivimos aquí 365 días al año?”, cuestionó el analista Edward Maldonado (MVC).
Uno de los enfoques discutidos es la implementación de un programa de captura, esterilización y liberación controlada (CER), práctica que ya se utiliza con éxito en ciudades de Estados Unidos y Europa para controlar poblaciones animales sin recurrir a la eutanasia masiva. Esta propuesta fue impulsada por representantes del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), quienes recalcaron que debe ir acompañada de inversión municipal y colaboración multisectorial.
La licenciada Edmarie Hernández, vicepresidenta del PIP en Ponce, también subrayó que la situación requiere “acciones inmediatas”, y criticó que la alcaldesa Marlese Sifre no haya dado prioridad presupuestaria al problema. “Se invirtieron $18,000 en una escalera, mientras los albergues no dan abasto. ¿Dónde están las prioridades?”, cuestionó.
El representante por Ponce, Ángel “Tito” Fourquet, ha reconocido la magnitud del problema, pero hasta el momento no se han presentado medidas concretas ni legislación específica para apoyar al municipio en esta crisis. Mientras tanto, residentes continúan denunciando ataques, situaciones de peligro y el deterioro de la calidad de vida.
La falta de acción podría no solo tener consecuencias sanitarias y sociales, sino también legales, ya que municipios como Ponce podrían enfrentar demandas por negligencia si no atienden adecuadamente la sobrepoblación canina. En el pasado, casos similares han costado miles de dólares a otros gobiernos municipales.
La situación con los perros realengos en Ponce es ya insostenible. El consenso entre líderes comunitarios, políticos y residentes es claro: no se necesitan más reuniones ni diagnósticos, sino decisiones firmes, recursos adecuados y voluntad política para proteger tanto a los animales como a los ciudadanos.




Comments