Dale nueva vida a tu ropa con este truco de sal
- El Vigia
- Sep 30
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La sal, más allá de ser un ingrediente básico en la cocina, puede convertirse en una herramienta eficaz dentro de la lavandería. Su composición le permite actuar como un abrasivo suave y como fijador de color, lo que ayuda a mantener las prendas en mejor estado durante más tiempo.

Fijar los colores desde el primer lavado
En el caso de prendas nuevas, especialmente aquellas de tonos intensos como el rojo o el negro, la sal puede evitar que destiñan:
Disolver media taza de sal en un balde con agua fría.
Colocar la prenda al revés y sumergirla en la mezcla.
Dejar reposar al menos 30 minutos o toda la noche en colores más fuertes.
Escurrir y lavar de manera habitual.
Este proceso permite que los tintes se adhieran con mayor firmeza a fibras naturales como el algodón.
Mantener los colores en lavados frecuentes
La sal también puede incorporarse a la rutina de la lavadora para preservar la viveza de los colores:
Colocar la ropa de color en la lavadora.
Añadir una o dos cucharadas de sal directamente en el tambor.
Completar el ciclo habitual con detergente.
De esta forma, la sal contribuye a prevenir el desgaste de los tonos con el paso de los lavados.
Eliminar manchas difíciles
El poder de absorción de la sal permite tratar tanto manchas recientes como antiguas:
En manchas recientes de alimentos, sangre o líquidos, se recomienda cubrir con sal, dejar actuar algunos minutos y cepillar antes de lavar.
En manchas secas o persistentes, como sudor o grasa, se puede preparar una pasta de sal y agua, aplicar sobre la prenda, dejar reposar una hora y luego proceder al lavado.
El uso de la sal en la lavandería es un recurso sencillo y económico que contribuye a fijar colores, mantener la intensidad de los tonos y tratar manchas. Un ingrediente cotidiano que ofrece beneficios prácticos para prolongar la vida útil de la ropa.
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