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Entre la Vivienda Asequible y el Lujo: ¿A quién sirve el nuevo Ponce?

  • Justiniano Diaz Maldonado
  • Aug 11
  • 2 min read

Por Justiniano Díaz Maldonado

Ex legislador municipal por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en Ponce

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Mientras miles de familias ponceñas luchan por sobrevivir entre la inflación, el desempleo estructural y el deterioro urbano, el Municipio Autónomo de Ponce celebra la construcción de un nuevo proyecto de viviendas con unidades que comienzan en $425,000. El nombrado Proyecto Centric, propuesto por Centric Holdings LLC, una entidad incorporada en el Departamento de Estado de Puerto Rico en mayo de este año, ha sido presentado como símbolo de reactivación económica y “diversificación de opciones” para vivir en Ponce.


Pero, ¿quiénes se benefician realmente de este tipo de proyectos? ¿Qué ciudad estamos construyendo, y para quién?


Como ex legislador municipal por el Partido Independentista Puertorriqueño, me veo en la obligación de levantar una bandera de advertencia. Lo que se promueve como desarrollo económico en este caso no es más que especulación disfrazada de progreso. Construir 24 unidades de alto valor en un sector como Tenerías –una comunidad obrera con profundas raíces históricas y sociales– no representa inclusión ni justicia social. Al contrario, abre la puerta al desplazamiento silencioso de nuestras comunidades tradicionales e impulsa un modelo de ciudad que prioriza el lujo sobre la equidad.

Sin embargo, esto no exime al gobierno municipal de su responsabilidad de fiscalizar y orientar el desarrollo urbano de forma que beneficie a todos los sectores. Facilitar trámites para un desarrollador privado, sin transparencia ni visión inclusiva, solo alimenta un modelo de crecimiento desigual.


Más preocupante aún es el uso del lenguaje. En octubre del año pasado, la alcaldesa Marlese Sifre hablaba de más viviendas para todos, de infraestructura lista para proyectos de interés social y de convertir terrenos municipales en espacios habitables y accesibles. Hoy, el mismo equipo promociona con entusiasmo unidades inaccesibles para el 90% de la población ponceña, mientras se apropian del vocabulario del desarrollo sostenible y del bienestar colectivo para legitimar un proyecto de lujo. Eso es demagogia.


No confundamos el cemento con el progreso. El verdadero desarrollo económico no se mide por el precio de las casas nuevas, sino por el bienestar real y sostenido de nuestras comunidades. Implica inversión pública estratégica, participación ciudadana, acceso justo a servicios esenciales y sostenibilidad ambiental. Nada de eso está garantizado en este proyecto.

Cabe también cuestionar si este nuevo desarrollo será incentivado indirectamente a través del programa Ponce On Boarding, o si podría contar con algún tipo de financiamiento del Banco Municipal de Ponce. Si eso ocurriera, estaríamos ante una contradicción aún más seria, pues fondos e instrumentos que deberían estar al servicio del bien común estarían siendo dirigidos a viabilizar un proyecto de lujo que poco o nada aporta a la necesidad urgente de vivienda asequible en la ciudad.


Desde el PIP, reiteramos nuestro compromiso con un Ponce que se construya desde abajo, con y para su gente, no desde arriba, para los bolsillos de unos pocos. Exigimos transparencia, equidad y planificación con justicia social. Porque Ponce no necesita más promesas vacías ni más proyectos que nos dejen fuera. Lo que necesita es una visión de ciudad que nos incluya a todos y todas, y no una “nueva ciudad” donde los de siempre se quedan fuera.

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