Puerto Rico recurre a la visa H2A para enfrentar escasez de mano de obra agrícola
- El Vigia
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Ante una creciente escasez de mano de obra en el sector agrícola, un número cada vez mayor de agricultores en Puerto Rico está recurriendo al programa de visas H2A, que permite la contratación temporera de trabajadores extranjeros para labores agrícolas. Así lo explicó el exsecretario de Agricultura y actual abogado agrónomo, licenciado Javier Rivera Aquino, en entrevista con el programa “Aquí Estamos” de WPAB 550 AM.

El programa H2A, que data del 1994, ha sido tradicionalmente utilizado en jurisdicciones de los Estados Unidos para suplir mano de obra durante picos de cosecha. En Puerto Rico, su uso se ha intensificado tras el paso de huracanes como Georges y María, así como por el impacto de la pandemia, factores que agravaron el éxodo de trabajadores rurales hacia otros sectores como la construcción o el empleo urbano.
“En el recogido de café, por ejemplo, ya no hay manos suficientes, y cuando el agricultor ha intentado todo—mejor salario, incentivos, horarios flexibles—y aún así no consigue empleados, entonces recurre a esta alternativa”, explicó Rivera Aquino.
¿Qué es la visa H2A?
La visa H2A permite a agricultores traer obreros agrícolas del extranjero para trabajos temporeros o de temporada, por un periodo que no puede exceder los 10 meses. Aunque muchos asumen que es una opción económica, la realidad es que el proceso conlleva una inversión significativa. El costo por trabajador puede oscilar entre $3,500 y $4,500 por temporada, incluyendo trámites, pasajes, vivienda y transportación.
A estos trabajadores se les debe garantizar:
Un salario mínimo de $9.94 por hora, bajo la llamada tasa de efecto adverso.
Vivienda gratuita con especificaciones de seguridad y habitabilidad.
Transporte gratuito desde su país de origen, dentro de la isla y para diligencias básicas.
Escuelas cerradas como posibles residencias
Uno de los principales obstáculos para los agricultores es la exigencia de proveer vivienda. Rivera Aquino sugirió que una vía viable sería readecuar escuelas en desuso mediante alianzas con municipios, como se intentó en años anteriores con los pueblos de Yauco, Maricao y Jayuya.
“Si no se puede cumplir con el requisito de vivienda, simplemente no se puede participar del programa”, recalcó el licenciado.
Limitaciones y realidades del programa
En el año 2024, se registraron 56 agricultores participantes del programa en Puerto Rico, con una solicitud de 749 trabajadores. Sin embargo, solo 424 fueron finalmente contratados mediante H2A, mientras que apenas cuatro puertorriqueños aceptaron ofertas de trabajo para las mismas tareas.
“El programa no es para todo el mundo. Es costoso, complejo y fiscalizado rigurosamente por agencias federales. Pero es una herramienta necesaria ante la realidad: los campos se están quedando vacíos”, indicó Rivera Aquino.
Llamado a acción institucional
El segmento concluyó con un llamado a integrar desde etapas tempranas el interés por la agricultura en las escuelas del país. “No todo el mundo será médico o influencer; necesitamos sembradores de futuro. Trabajar la tierra es tan digno como cualquier otra profesión”, expresó la agrónoma Irene Román Martínez.
Además, se exhortó a la Comisión de Agricultura del Senado a atender con urgencia esta problemática, y a evaluar cómo facilitar el acceso al programa H2A, en especial para agricultores de pequeña y mediana escala.
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